A menudo leemos opiniones a favor y en contra de las
decisiones de mamás profesionales que han tomado como prioridad la crianza
de sus hijos, y postergar sus carreras, o incluso emprender en otras áreas que
les permita laborar desde el hogar.
Pero, qué sucede cuando es papá quien se queda en casa,
mientras mamá trabaja. Hasta ahora muy poco he escuchado alguna crítica, pues
esta situación no es la más común al parecer. Sin embargo, esta consideración
la hago pues ya conozco dos caballeros (profesionales) inmersos en estos menesteres,
jugar, preparar comidas, meriendas, dar teteros, cambiar pañales, administrar medicinas, jugar, cantar,
contener, acariciar, acurrucar, y pare
de contar ese sinfín de actividades diarias que por lo general nos toca a las
mamás o cuidadoras de bebés (quienes casi siempre son mujeres).
Claro, debo resaltar que aunque uno de ellos está full time
con su crío, el otro tiene una ocupación muy flexible de horario que le permite
cuidar de su bebito mientras mami vuelve del trabajo.
Pero, independientemente de los detalles de sus situaciones particulares y del por qué llegaron a ese acuerdo, el caso es que como papás se han
empoderado de responsabilidades que antes sólo parecían de mujeres, han desmitificado
esas teorías que “debe ser el sólo hombre” quien asuma la responsabilidad de
cubrir las necesidades básicas y monetarias de la familia. También, están dando
un paso adelante en una crianza respetuosa con sus bebés, que siempre estarán
mejor al cuidado de papá que en una
guardería, por lo menos mientras estén tan chiquitos. Por otro lado, considero
que se necesita de un alto grado de compromiso familiar y de pareja, desapego
profesional, responsabilidad y sobre todo la gran voluntad y amor que se
requieren para cuidar de un bebé en casa.
Cosa de dos!!
- · A veces cuando es la madre quien se encarga de “todo y de todos”, su trabajo se invisibiliza, es como si las cosas en el hogar ocurriesen por arte de magia. Sin embargo, este tipo de experiencias de papás comprometidos puede ayudar a los padres a asumir nuevos roles en la crianza de sus hijos, apreciar las pequeñas actividades cotidianas, estrechar su relación con los hijos mayorcitos, aprender a “multiplicarse” en cuestión de horarios donde el día no alcanza y el tráfico de la ciudad no ayuda.
- · Veo con mucha satisfacción que al cole de mi hijo son tantos padres como madres quienes llevan a sus hijos en las mañanas, papás que les recogen el cabello a sus niñitas y hasta cuentan sus malabares al preparar las loncheras. Así como aquellos que practican activamente el colecho o se acuestan con sus hijos hasta que estos se duermen por las noches. Y entran en este grupo, los papás que se llevan a sus niñitos al trabajo para ayudar ese día a mamá, siempre y cuando la rutina del día le permita brindarle atención y seguridad.
- · Estoy segura que cada vez que el padre se integra más al cuidado de sus hijos, a tiempo completo o lo haga de manera consecuente, quien gana es la relación familiar y sobre todo la seguridad emocional de los pequeños. Y aunado a esto las mamás sabremos agradecer estas pequeñas o grandes ayudas!

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